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¿Cómo es la ejecución de sentencias en el contencioso administrativo?

Escrito por Officium Legal | Sep 30, 2025 1:44:54 PM

La fase de ejecución de sentencias en el proceso contencioso administrativo constituye un momento crítico que verdaderamente determina la eficiencia de todo el sistema jurídico. Cuando analizamos la justicia administrativa, no podemos limitarnos a la obtención de una resolución favorable; en realidad, lo fundamental es lograr que esa sentencia se materialice efectivamente.

 

Índice
Panorama general del proceso contencioso administrativo
Principales obstáculos en la ejecución de sentencias
Herramientas legales para garantizar la ejecución
Errores comunes y propuestas de mejora

 

La ejecución de sentencias representa un elemento clave para garantizar la efectividad de la justicia contenciosa administrativa y, por lo tanto, el derecho a la protección judicial que tiene todo administrado. En las diferentes etapas del proceso contencioso administrativo, esta fase final adquiere especial relevancia, sobre todo en el contexto del proceso contencioso administrativo de Costa Rica, donde el Código Procesal Contencioso Administrativo establece en su artículo 155 que el juez ejecutor tendrá todos los poderes necesarios para asegurar la eficiencia y efectividad de lo resuelto. Además, el Tribunal cuenta con un cuerpo especializado de jueces ejecutores encargados específicamente de la ejecución de sentencias y resoluciones firmes.

En este artículo, analizaremos cómo funciona este proceso crucial, los obstáculos más comunes que enfrenta, y las herramientas legales disponibles para garantizar que las sentencias no queden en simple papel, sino que cumplan su verdadero propósito: la tutela efectiva de los derechos e intereses legítimos de los administrados.

 

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Panorama general del proceso contencioso administrativo

El proceso contencioso administrativo representa el mecanismo fundamental mediante el cual los ciudadanos pueden defender sus derechos frente a la Administración Pública cuando consideran que han sido vulnerados.

¿Qué es el proceso contencioso administrativo?

El proceso contencioso administrativo es el instrumento legal diseñado para resolver conflictos jurídicos entre particulares y la Administración cuando esta realiza actos de poder o autoridad. Se establece con el fin de disponer un control judicial sobre la legalidad de las actuaciones administrativas y garantizar los derechos subjetivos e intereses legítimos de los particulares.

La jurisdicción contencioso-administrativa, establecida en el artículo 49 de la Constitución Política de Costa Rica, tiene por objeto tutelar situaciones jurídicas personales, así como garantizar o restablecer la legalidad de cualquier conducta administrativa sujeta al Derecho administrativo. Esta jurisdicción constituye un medio previsto por la Constitución para ejercer control jurisdiccional sobre los actos emanados por la administración pública.

Etapas del proceso contencioso administrativo en Costa Rica

El proceso contencioso administrativo en Costa Rica se desarrolla a través de varias fases secuenciales:

  1. Interposición del recurso: El plazo general para interponer la demanda es de un año desde la notificación del acto administrativo, aunque en casos de responsabilidad civil de la Administración, este plazo se extiende a cuatro años.
  2. Demanda y contestación: La demanda debe contener claramente los nombres de quien demanda y a quién se va a demandar, la enumeración de hechos y antecedentes, el fundamento jurídico y la pretensión.
  3. Fase probatoria: La carga de la prueba recae en quien formula la pretensión respecto a los hechos constitutivos de su derecho.
  4. Vista y conclusiones: Incluye las alegaciones finales de las partes.
  5. Sentencia: Resolución del caso por parte del tribunal.
  6. Ejecución de la sentencia: A cargo de jueces ejecutores especializados.

Importancia de la ejecución de sentencias

La ejecución de sentencias representa la fase final y decisiva del proceso, ya que mediante ella se logra reestablecer efectivamente la situación jurídica de la parte ganadora. Sin este paso fundamental, las resoluciones judiciales no lograrían alcanzar el equilibrio social al que aspiran las partes que acuden a la administración de justicia.

El Código Procesal Contencioso Administrativo establece en su artículo 155 que el Tribunal cuenta con un cuerpo de jueces ejecutores encargados específicamente de la ejecución de sentencias y resoluciones firmes. Estos jueces tienen todos los poderes y deberes necesarios para garantizar la plena efectividad y eficacia de lo resuelto.

En contraste con otros sistemas, en Costa Rica la ejecución no queda a cargo del juez que dictó la sentencia, sino que se traslada a un juez ejecutor designado por turno, lo que ha generado tanto críticas como reconocimiento por su eficacia.

 

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Principales obstáculos en la ejecución de sentencias

A pesar de los avances en la normativa procesal contenciosa administrativa, existen diversos obstáculos que dificultan la materialización efectiva de las sentencias judiciales. Estos impedimentos comprometen no solo la eficacia del proceso contencioso administrativo sino también el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.

Vacíos normativos en el CPCA

Un problema significativo es la falta de respaldo legal para la extensión de efectos de sentencias con pronunciamientos sobre situaciones jurídicas individualizadas. Esta carencia normativa ha provocado que muchos pronunciamientos judiciales queden como meros "espejismos". Sin embargo, la jurisprudencia ha intentado paliar esta situación mediante la vía incidental, aunque inicialmente fue rechazada por no considerarse suficientemente garantista.

Asimismo, existe confusión sobre la vía procesal adecuada en ciertos casos, especialmente cuando se obliga al ciudadano a recurrir a los tribunales sin claridad sobre si debe seguir la vía incidental o iniciar un nuevo proceso contencioso administrativo.

Limitaciones presupuestarias de la administración

Las restricciones presupuestarias constituyen otro obstáculo fundamental. Para la administración descentralizada, si es necesario algún ajuste presupuestario, deben cumplirse los trámites pertinentes dentro de los tres meses siguientes a la firmeza de la sentencia. No obstante, si transcurre este plazo sin satisfacer la obligación, el juez ejecutor puede comunicarlo a la Contraloría General para que no se ejecute ningún trámite de aprobación presupuestaria.

La inembargabilidad de bienes públicos, aunque matizada en el CPCA, sigue siendo un privilegio que coloca en desigualdad al particular frente a la Administración Pública.

Resistencia institucional al cumplimiento

Quizás el obstáculo más preocupante es la resistencia de las instituciones al cumplimiento de las sentencias. La Administración suele mostrarse reacia a reconocer derechos a pesar de enfrentarse a situaciones jurídicas idénticas. Además, la concurrencia de títulos competenciales sobre un mismo espacio territorial impone la necesidad de coordinación entre instituciones, que no siempre funciona adecuadamente.

Esta resistencia se manifiesta desde el silencio y la omisión del deber de informar sobre los avances en las reparaciones ordenadas, hasta el desacato abierto, comprometiendo la efectividad de todo el sistema de justicia administrativa.

 

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Herramientas legales para garantizar la ejecución

El Código Procesal Contencioso Administrativo costarricense establece poderosos instrumentos jurídicos para asegurar que las resoluciones judiciales no queden en papel mojado.

Facultades del juez ejecutor según el CPCA

El CPCA dispone que el Tribunal cuente con un cuerpo de jueces ejecutores específicamente encargados de materializar las sentencias. Estos jueces poseen amplios poderes y deberes para garantizar la plena efectividad de lo resuelto. Una vez firme la sentencia, el juez ejecutor dictará, a solicitud de parte, las medidas adecuadas y necesarias para su pronta ejecución, pudiendo incluso solicitar auxilio de la Fuerza Pública.

Medidas coercitivas y multas personales

Para casos de incumplimiento, el artículo 159 del CPCA establece que el funcionario que desatienda sin justa causa los requerimientos del juez ejecutor será sancionado con multa de uno a cinco salarios base. Antes de aplicar esta sanción, se concede audiencia por tres días hábiles al funcionario. Además, transcurridos cinco días hábiles después de la firmeza de la resolución sin que la multa sea cancelada, el funcionario deberá pagar intereses moratorios al tipo legal.

Embargo de bienes públicos no esenciales

El artículo 169 del CPCA enumera bienes embargables a criterio del juez ejecutor:

  • Bienes de dominio privado no afectos a un fin público
  • Participación accionaria en empresas públicas o privadas (hasta un 25% del total)
  • Ingresos por transferencias presupuestarias (hasta un 25% del total)

Fraccionamiento de pagos y su aplicación

Cuando el cumplimiento de sentencia implique provisión de fondos cuya erogación afecte seriamente el interés público, el artículo 172 permite que la Administración solicite al juez ejecutor fraccionar el pago hasta un máximo de tres anualidades, debiendo consignar en presupuestos el principal más intereses.

 

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Errores comunes y propuestas de mejora

La efectividad del proceso contencioso administrativo se ve comprometida por diversos errores procedimentales que dilatan o frustran la correcta ejecución de sentencias.

Errores en la liquidación de daños e intereses

Un problema recurrente surge cuando se calculan incorrectamente los períodos de indexación. En algunos casos, los tribunales han calculado la indexación desde la fecha del hecho generador del daño, cuando lo correcto es hacerlo desde la firmeza de la resolución que establece la obligación dineraria. Esto genera diferencias sustanciales entre lo concedido y lo que correspondería pagar según los preceptos 123 y 124 del CPCA.

Falta de prueba del nexo causal

El nexo causal constituye un elemento fundamental para la responsabilidad administrativa. Sin embargo, muchas ejecuciones fracasan por deficiencias probatorias. La jurisprudencia ha fluctuado entre exigir causalidad directa, inmediata y eficiente, o aplicar teorías como la causalidad adecuada. Además, existen causas que rompen este nexo: la fuerza mayor, la culpa de la víctima y el hecho de un tercero.

 

 

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Conclusión

La ejecución de sentencias en el proceso contencioso administrativo representa, sin duda, el eslabón más crítico de la cadena de justicia administrativa. A lo largo de este artículo, hemos visto que obtener una resolución favorable constituye solo la mitad del camino; la verdadera justicia se materializa únicamente cuando dicha sentencia se ejecuta efectivamente.

El sistema costarricense, aunque innovador con su cuerpo especializado de jueces ejecutores, enfrenta todavía desafíos significativos. Ciertamente, los vacíos normativos, las limitaciones presupuestarias y la resistencia institucional actúan como barreras que obstaculizan la plena efectividad de las resoluciones judiciales. No obstante, el CPCA ofrece herramientas poderosas para combatir estos obstáculos, desde multas personales hasta el embargo de bienes públicos no esenciales.

Por otra parte, los errores en la liquidación de daños e intereses y las deficiencias probatorias del nexo causal continúan siendo problemas recurrentes que afectan la correcta ejecución. La propuesta de reforma al CPCA busca, precisamente, subsanar algunas de estas deficiencias para fortalecer la eficacia del sistema.

Finalmente, debemos recordar que la verdadera medida de un sistema de justicia administrativa no radica en la sofisticación de sus procedimientos o en la elocuencia de sus sentencias, sino en su capacidad para transformar esas resoluciones en realidades tangibles para los administrados. La tutela judicial efectiva permanece incompleta mientras las sentencias no se ejecuten plenamente, por lo que el fortalecimiento de esta fase resulta fundamental para garantizar que el derecho a la protección judicial no quede reducido a una mera declaración de intenciones.

El desafío hacia el futuro consiste, por lo tanto, en seguir perfeccionando los mecanismos de ejecución, reducir los obstáculos institucionales y presupuestarios, y fomentar una cultura administrativa de respeto y cumplimiento de las resoluciones judiciales. Solo así lograremos que la justicia contencioso administrativa cumpla plenamente su propósito constitucional de tutelar situaciones jurídicas personales y garantizar la legalidad de las conductas administrativas.

 

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