El Gobierno de Costa Rica ha tomado una decisión trascendental para proteger la salud de sus ciudadanos y preservar el medio ambiente. Después de una larga batalla liderada por los vecinos de la comunidad de Cipreses de Cartago y el cierre de acueductos contaminados, se ha prohibido oficialmente el plaguicida Clorotalonil. Esta medida, establecida a través del decreto 44280-S-MAG-MINAE, prohíbe el registro, la importación, la fabricación, la venta y el uso de productos que contengan esta peligrosa sustancia.
Un fallo a favor de la salud y la vida
La comunidad agrícola de Cipreses ha enfrentado problemas con el agua potable desde el año 2018 debido a la contaminación con metabolitos de Clorotalonil. Este fungicida, ampliamente utilizado en la agricultura, ha demostrado ser altamente peligroso y se ha prohibido en 32 países debido a su potencial carcinogénico.
El pasado 6 de junio, la Sala Constitucional emitió un fallo a favor de un recurso de amparo presentado por el Frente Ecologista de Cipreses. El fallo ordenó la ejecución de un informe interinstitucional que recomendaba la prohibición total en un plazo máximo de seis meses. Este informe, respaldado por el Ministerio de Salud, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), fue determinante para la implementación de la prohibición.
La prohibición en detalle
El decreto 44280-S-MAG-MINAE establece de manera clara y contundente la prohibición en todas sus formas. Se prohíbe el registro, la importación, la exportación, la fabricación, la formulación, el almacenamiento, la distribución, el transporte, la manipulación, la venta y el uso de productos que contengan esta sustancia. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) y el Ministerio de Salud rechazarán nuevas solicitudes de registro y cancelarán aquellos que estén en trámite de renovación que contengan dicha sustancia como ingrediente activo.
Es importante destacar que se excluyen de esta prohibición los reactivos químicos para estándares analíticos. Además, se otorga un plazo de seis meses para que las personas físicas o jurídicas que importen, fabriquen, vendan o usen Clorotalonil agoten sus existencias en el mercado nacional. Una vez finalizado este plazo, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) cancelará todos los registros que contengan esta sustancia.
Seis años de lucha y un camino por recorrer
La comunidad de Cipreses ha sido un ejemplo de perseverancia y lucha en la defensa de su derecho a un ambiente sano. Desde el año 2018, han enfrentado problemas con el agua potable debido a la contaminación generada por este fungicida, que ha sido utilizado en cultivos como hortalizas, apio, culantro y cebolla, ha causado estragos en la salud de los habitantes de esta comunidad.
La prohibición es solo el primer paso en el camino hacia la recuperación de los cuerpos de agua contaminados. A partir de mayo del próximo año, se espera que se inicie el proceso de descontaminación de las fuentes de agua. Es fundamental mantener el monitoreo constante en los diferentes cuerpos de agua para garantizar la calidad del agua potable.
Un llamado a la conciencia y a la acción
La prohibición de dicho fungicida en Costa Rica es un llamado de atención para reflexionar sobre el uso responsable de los plaguicidas y la importancia de proteger nuestro medio ambiente. Es fundamental fomentar prácticas agrícolas sostenibles que minimicen el uso de sustancias peligrosas y promuevan alternativas más seguras y amigables con el entorno.
A través de los ministerios de Salud, Ambiente y Energía, y Agricultura y Ganadería, está trabajando en la formulación de una política integral de gestión de plaguicidas. Esta política tiene como objetivo reducir los riesgos asociados al uso de plaguicidas y mejorar su gestión a nivel nacional.
Un precedente para la protección de la salud y el medio ambiente
La prohibición es un precedente importante en la protección de la salud de los ciudadanos y la preservación del medio ambiente. Este paso valiente y necesario coloca a Costa Rica en la vanguardia de la lucha contra los productos químicos peligrosos y sienta un ejemplo para otros países.
Es fundamental que las autoridades y la sociedad en su conjunto continúen trabajando juntos para garantizar la implementación efectiva de su prohibición. Además, es necesario fomentar la investigación y el desarrollo de alternativas más seguras y sostenibles en el manejo de plaguicidas.
La prohibición es un paso importante hacia un ambiente más saludable y un futuro mejor para las generaciones venideras. Es hora de seguir avanzando en la construcción de un mundo más seguro y sostenible.
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