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junio 21, 2023
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¿Cuáles son los principios rectores del proceso arbitral?

¿Cuáles son los principios rectores del proceso arbitral en Costa Rica?

En Costa Rica, el proceso arbitral se rige por la Ley de Resolución Alterna de Conflictos y Promoción de la Paz Social (Ley Nº 7727). Los principios rectores del proceso arbitral en Costa Rica incluyen: 

  1. Autonomía de la voluntad: Las partes tienen la libertad de acordar someter sus controversias a arbitraje y de establecer las reglas y procedimientos aplicables al proceso arbitral, siempre y cuando no contravengan la ley.

  2. Imparcialidad e independencia de los árbitros: Los árbitros deben ser imparciales e independientes, lo que significa que no deben tener ningún vínculo o interés en el conflicto que puedan comprometer su objetividad en la resolución del mismo. 

  3. Igualdad de las partes: Durante el proceso arbitral, todas las partes deben tener igualdad de oportunidades para presentar sus argumentos y pruebas, así como para impugnar las pruebas y argumentos de la otra parte. 

  4. Confidencialidad: El proceso arbitral es de carácter privado y confidencial, lo que significa que las partes, los árbitros y cualquier otra persona involucrada en el proceso tienen la obligación de mantener en reserva la información relacionada con el arbitraje. 

  5. Economía procesal: El proceso arbitral busca ser eficiente y rápido, evitando dilaciones innecesarias y reduciendo costos y tiempo en comparación con los procesos judiciales ordinarios. 

  6. Flexibilidad procedimental: Las partes pueden acordar las reglas y procedimientos aplicables al proceso arbitral, lo que permite adaptar el proceso a las necesidades y particularidades de cada caso. 

  7. Efecto vinculante del laudo arbitral: El laudo arbitral, que es la decisión emitida por el árbitro o tribunal arbitral, tiene carácter vinculante y definitivo para las partes, salvo en casos excepcionales donde proceda la anulación o revisión del laudo. 

Estos principios buscan garantizar un proceso arbitral justo, eficiente y respetuoso de los derechos e intereses de las partes involucradas. La equidad en el arbitraje se convierte en la piedra angular que sustenta la transparencia y la imparcialidad, asegurando que cada parte sea escuchada y considerada de manera equitativa. La eficiencia del proceso garantiza una pronta resolución de las controversias, evitando largas esperas y costosos procedimientos judiciales. Finalmente, el respeto por los derechos e intereses de todas las partes involucradas promueve un ambiente de colaboración y entendimiento mutuo, fomentando la resolución pacífica de conflictos.

 

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