Blog Officium Legal

¿Qué errores evitar en la Subcontratación? Consejos de expertos

Escrito por Officium Legal | Jun 27, 2025 8:54:58 PM

Este límite es solo uno de los muchos aspectos legales que debe considerar cuando participe en licitaciones públicas.

 

Índice

Errores al no entender el concepto de subcontratación

Errores legales más comunes en la subcontratación

Fallas en la documentación y procedimientos

Consecuencias legales y contractuales de estos errores

Consideraciones finales para una subcontratación exitosa

 

La subcontratación, aunque es una práctica común y necesaria en muchos proyectos complejos, está sujeta a normativas estrictas que, de no cumplirse correctamente, pueden invalidar su oferta o generar graves consecuencias legales. De hecho, la normativa establece claramente que la participación de subcontratistas debe estar definida en la oferta inicial, y además, esta opción está permitida únicamente para la realización de cuestiones especializadas.

En este artículo, analizaremos los errores más frecuentes que se cometen al subcontratar en proyectos de obra pública, desde confusiones conceptuales hasta fallos en la documentación, y le ofreceremos consejos prácticos para evitarlos. No olvide que, aunque subcontrate parte del trabajo, la responsabilidad integral respecto al objeto contratado sigue siendo suya como contratista principal.

 

Errores al no entender el concepto de subcontratación

Uno de los principales obstáculos al gestionar proyectos de obra pública radica en la comprensión incorrecta del concepto de subcontratación. Este malentendido puede desencadenar problemas legales y financieros significativos durante el proceso licitatorio o en la ejecución del contrato.

Confundir subcontratación con cesión de contrato

La distinción entre subcontratación y cesión de contrato es fundamental, aunque frecuentemente se confunden. En la subcontratación, el contratista principal delega parte de la ejecución del contrato a terceros, pero mantiene la titularidad y responsabilidad integral ante la Administración. Por el contrario, la cesión implica la transferencia completa de derechos y obligaciones a un tercero.

Esta diferencia es crucial porque:

  • El subcontratista solo tiene responsabilidad frente al contratista principal, no ante la Administración.
  • El contratista principal sigue siendo el único responsable del cumplimiento integral del contrato.
  • La cesión requiere autorización expresa, mientras que la subcontratación está permitida con limitaciones.

No identificar correctamente actividades especializadas

La normativa establece que la subcontratación se justifica únicamente para cuestiones especializadas. Sin embargo, muchas empresas fallan al determinar qué constituye realmente una actividad especializada subcontratable.

Para identificar correctamente estas actividades, debe considerar:

  1. Que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante de la empresa. Es fundamental revisar el acta constitutiva y la constancia fiscal para determinar qué actividades no pueden subcontratarse legalmente.
  2. Diferenciar entre actividades primarias (relacionadas directamente con el objeto del contrato) y actividades de soporte (que pueden subcontratarse). Las actividades que generan mayores ingresos o aquellas a las que los trabajadores dedican más tiempo suelen ser estratégicas y, por tanto, no subcontratables.

Asumir que todo tercero es un subcontratista

Otro error común es considerar a cualquier tercero involucrado en el proyecto como un subcontratista. Sin embargo, no todos los proveedores de servicios o materiales califican como tales.

Por ejemplo, la adquisición de suministros, incluso si requieren instalación, no se considera subcontratación según el Reglamento a la Ley General de Contratación Pública. Asimismo, servicios como los laboratorios de inspección de calidad no necesariamente deben declararse como subcontratistas, ya que su función es de control externo y no forman parte de la ejecución directa de la obra.

Esta distinción es importante porque los verdaderos subcontratistas deben ser declarados en la oferta y están sujetos a restricciones específicas, como la prohibición de figurar en más de una oferta dentro del mismo concurso. Confundir estas categorías puede llevar a la descalificación innecesaria de ofertas válidas o, por el contrario, a omitir información obligatoria sobre subcontratistas reales.

Lea también: Subcontratación vs suministro según el art. 133 del Reglamento a la Ley de Contratación Pública

 

Errores legales más comunes en la subcontratación

La legislación costarricense establece lineamientos claros sobre la subcontratación en obra pública que, de no seguirse correctamente, pueden resultar en graves consecuencias legales. Analicemos los errores legales más frecuentes que cometen tanto oferentes como contratistas.

Omitir el listado de subcontratistas en la oferta

Un error crítico es no presentar el listado completo de subcontratistas al momento de ofertar. Según la normativa, este listado debe incluir nombres de todas las personas físicas y jurídicas a subcontratar, porcentajes de participación y certificaciones legales y financieras correspondientes. La omisión de esta información puede provocar la exclusión inmediata de la oferta, ya que impide a la Administración evaluar adecuadamente la idoneidad de los subcontratistas propuestos.

Además, si no se declaran los subcontratistas en la oferta inicial, posteriormente no se podrán solicitar reajustes o revisiones de precios relacionados con los rubros subcontratados, afectando significativamente la rentabilidad del proyecto.

Exceder el límite del 50% sin autorización

Otro error frecuente es sobrepasar el límite legal de subcontratación. El artículo 49 de la Ley General de Contratación Pública establece claramente que "la totalidad del porcentaje de subcontratación no podrá superar el cincuenta por ciento (50%) del monto total del contrato".

Sin embargo, existe una excepción poco conocida: este límite puede excederse mediante autorización previa y expresa de la administración, cuando circunstancias muy calificadas lo justifiquen. Esta autorización no puede ser arbitraria y debe estar debidamente motivada en el expediente administrativo correspondiente.

No cumplir con el régimen de prohibiciones

Por último, ignorar el régimen de prohibiciones constituye un error grave. La normativa establece que:

  • Los subcontratistas no pueden estar afectados por el régimen de prohibiciones de la ley.
  • Una persona física o jurídica solo puede figurar en una oferta para un mismo concurso (sea como oferente, participante en consorcio o subcontratista).
  • Esta restricción aplica también a empresas del mismo grupo de interés económico.

Únicamente en casos excepcionales, cuando se acredite que existe un número limitado de posibles subcontratistas en el mercado, la Administración puede permitir que un mismo subcontratista aparezca en diferentes ofertas. No demostrar esta limitación puede provocar la exclusión de todas las ofertas donde figure el subcontratista en cuestión.

 

Fallas en la documentación y procedimientos

Las fallas procedimentales en materia de subcontratación constituyen un área crítica que frecuentemente pasa desapercibida hasta que es demasiado tarde. Veamos los errores documentales más habituales que pueden comprometer seriamente un proyecto de obra pública.

No justificar la necesidad de subcontratar

Un error fundamental es la ausencia de justificación técnica para la subcontratación. La normativa establece claramente que esta figura se justifica únicamente para cuestiones especializadas que el contratista no puede ejecutar por sí mismo. Sin embargo, muchos oferentes simplemente presentan un listado de subcontratistas sin demostrar por qué esas actividades requieren especialización externa.

Las autoridades fiscalizadoras han identificado como irregularidad grave la "limitación injustificada de la subcontratación" en los pliegos, que puede acarrear penalizaciones de hasta un 5% del valor del contrato. Esta falta de justificación también dificulta verificar si las actividades subcontratadas son realmente accesorias o forman parte del objeto principal del contrato.

Falta de certificaciones legales y financieras

Otro problema recurrente es la documentación incompleta. Además del listado de subcontratistas, la oferta debe incluir:

  • Certificaciones de los titulares de capital social.
  • Documentación de representantes legales.
  • Comprobantes de cumplimiento con obligaciones de seguridad social.
  • Certificados de solvencia económica.

La gestión documental se complica porque muchos de estos documentos requieren renovación periódica, incluso mensual. Una "pista de auditoría insuficiente" puede generar sanciones de hasta un 25% del valor del contrato, y en casos extremos donde se niega el acceso a la documentación pertinente, las penalizaciones pueden alcanzar el 100%.

Errores en la modificación de subcontratistas durante la ejecución

Finalmente, modificar la lista de subcontratistas durante la ejecución del proyecto sin seguir los procedimientos adecuados representa un riesgo considerable. Cualquier cambio debe:

  • Reportarse con antelación a la Administración.
  • Contar con autorización previa del jerarca institucional.
  • Mantener registro documental completo del proceso.

Asimismo, los nuevos subcontratistas deben cumplir con los mismos requisitos de idoneidad y estar libres del régimen de prohibiciones, tal como se exigió a los originales.

 

También le podría interesar: La subcontratación en Contratación Pública

 

Consecuencias legales y contractuales de estos errores

Los errores en la gestión de la subcontratación no son simples detalles administrativos; por el contrario, acarrean graves consecuencias que pueden afectar tanto al proceso licitatorio como a la ejecución del contrato. Analicemos las implicaciones más severas que enfrentan quienes incumplen la normativa.

Descalificación de la oferta

Cuando una oferta omite completamente la información requerida sobre subcontratistas, la Contraloría General considera que esta falta no puede subsanarse con posterioridad a la apertura de las propuestas. Por consiguiente, la exclusión de la oferta se produce inevitablemente cuando no se aporta la información requerida por la ley.

Además, la presentación de información falsa o incompleta sobre los subcontratistas constituye una causal inmediata de exclusión. No obstante, es importante destacar que no cualquier incumplimiento justifica la exclusión; únicamente aquellos sustanciales que, por su gravedad, impiden ajustar la oferta al interés público.

Responsabilidad solidaria del contratista

En materia de subcontratación, existen dos tipos de responsabilidades para la empresa principal: la responsabilidad subsidiaria y la responsabilidad solidaria. La primera aplica cuando el contratista ejerce adecuadamente los derechos de información y retención respecto a sus subcontratistas, mientras que la segunda surge cuando no ejerce estos derechos.

Esto significa que el contratista principal responde solidariamente por todas las obligaciones laborales que el subcontratista pueda tener con sus trabajadores asignados al proyecto. Asimismo, durante los tres años siguientes a la terminación de la contrata, el contratista principal responde solidariamente de las deudas que el subcontratista haya generado con la Seguridad Social durante la ejecución.

Riesgo de nulidad del contrato

La contratación administrativa está sujeta al régimen de nulidades establecido en la Ley General de la Administración Pública. En consecuencia, cuando se detectan irregularidades graves en la subcontratación, como exceder el límite del 50% sin autorización o subcontratar actividades fundamentales del objeto contractual, existe un riesgo real de nulidad.

La nulidad implica el aniquilamiento retroactivo de las obligaciones contractuales, lo que impone a las partes la carga de restituirse las prestaciones efectuadas. A la par de este efecto principal, la decisión judicial que impone la resolución del contrato condenará a quien incumplió a pagar los daños y perjuicios ocasionados.

Consideraciones finales para una subcontratación exitosa

La subcontratación en obra pública constituye una herramienta valiosa pero compleja dentro del ecosistema de contratación administrativa. Después de analizar los errores más frecuentes, resulta evidente que muchos problemas surgen por desconocimiento o interpretación incorrecta de la normativa vigente.

Ante todo, debe recordar que la responsabilidad siempre permanece con el contratista principal, aunque se deleguen tareas específicas. Esta realidad jurídica exige un conocimiento profundo tanto de los límites legales como de las obligaciones documentales asociadas a la subcontratación.

Los errores conceptuales representan la primera barrera para una gestión adecuada. Confundir subcontratación con cesión de contrato o no identificar correctamente qué actividades pueden subcontratarse legalmente genera consecuencias graves desde el inicio del proceso.

Asimismo, las fallas legales como exceder el límite del 50% sin autorización previa o incumplir el régimen de prohibiciones pueden derivar no solo en la descalificación de ofertas sino también en responsabilidades solidarias significativas.

La documentación, por su parte, actúa como el soporte tangible de todo el proceso. Cualquier omisión o inexactitud en este aspecto puede invalidar ofertas prometedoras o generar contingencias durante la ejecución del proyecto.

Las consecuencias de estos errores no son menores: desde la exclusión inmediata del proceso licitatorio hasta la nulidad contractual, pasando por responsabilidades solidarias que pueden extenderse hasta tres años después de finalizado el proyecto.

Por tanto, la recomendación fundamental para empresas que participan en licitaciones públicas consiste en implementar protocolos rigurosos de verificación legal y documental antes de presentar cualquier oferta que involucre subcontratación. Esta verificación debe abarcar tanto aspectos formales como sustanciales de la relación con cada subcontratista potencial.

Finalmente, aunque la subcontratación presenta desafíos significativos, su correcta implementación permite aprovechar especialidades técnicas complementarias y optimizar la ejecución de proyectos complejos. El éxito radica, sin duda, en cumplir estrictamente las normativas y mantener documentación completa y actualizada durante todo el ciclo del proyecto.

 

Si desea conocer más sobre la Contratacion Pública puede seguirnos en nuestras redes sociales como Officium Legal, Le invitamos también a suscribirse a nuestro Newsletter para recibir nuestras últimas noticias y artículos de  primera mano.