Estudio de mercado en Licitación Pública [Con Ejemplos]

El estudio de mercado en licitación pública representa mucho más que un simple trámite administrativo. La Contraloría General de la República ha enfatizado, mediante resoluciones como la R-DCA-SICOP-00606-2023, que estos estudios deben ir más allá de una simple recopilación de cotizaciones. En nuestra experiencia, este proceso exhaustivo y sistemático es fundamental para garantizar la transparencia y eficiencia en las contrataciones estatales.

Índice

¿Qué es un estudio de mercado en licitación pública?

Elementos clave para realizar un estudio de mercado efectivo

Ejemplos prácticos de estudios de precios en 2025

Para participar exitosamente en procesos de licitación pública, debemos entender que un estudio de mercado eficaz debe basarse en diversas fuentes de información. Además, este análisis tiene como fin establecer la existencia de bienes, obras o servicios en la cantidad, calidad y oportunidad requeridas. Por lo tanto, limitarse a obtener cotizaciones de un solo proveedor podría sesgar el análisis y comprometer todo el proceso.

En esta guía práctica, analizaremos los elementos esenciales para realizar un estudio de mercado efectivo, compartiremos ejemplos concretos aplicables al 2025 y explicaremos cómo este proceso no solo promueve la transparencia y equidad, sino que también fomenta la competencia entre proveedores.

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¿Qué es un estudio de mercado en licitación pública?

Un estudio de mercado en licitación pública constituye una herramienta fundamental dentro del proceso de contratación estatal. Se trata de un análisis exhaustivo y sistemático que va más allá de una simple recopilación de cotizaciones, buscando obtener información detallada y confiable sobre las condiciones del mercado relacionadas con los bienes, obras o servicios que se pretenden adquirir.

Según lo establecido en el artículo 34 de la Ley General de Contratación Pública (LGCP) y el artículo 85 de su reglamento, este estudio se realiza con el objetivo de proporcionar información detallada sobre los bienes y servicios planificados para adquisición. Esto incluye la identificación de características y especificaciones, así como un análisis de proveedores existentes y potenciales, tendencias de precios de los últimos 6 meses, diferencias en precios, costos y otras variables competitivas relevantes.

Es importante destacar que existen dos momentos clave para realizar estos estudios. El primero debe llevarse a cabo antes de emitir la decisión inicial del concurso, con el propósito de determinar el precio estimado de la contratación y establecer un presupuesto adecuado. El segundo se realiza durante la fase de análisis de razonabilidad del precio, cuando se reciben las ofertas de los participantes.

Además, el estudio de mercado permite a la institución determinar la disponibilidad de bienes y servicios necesarios en términos de cantidad, calidad y oportunidad, tanto a nivel nacional como internacional si fuera necesario. Este proceso debe considerar la cuantía y complejidad del objeto contractual, información histórica disponible y cualquier otro elemento que permita una mejor comprensión del producto o servicio.

A diferencia de un sondeo de precios, que proporciona una idea general sobre la viabilidad de una adquisición, el estudio de mercado es más profundo y detallado. No se limita a obtener referencias de precios, sino que evalúa también la disponibilidad, calidad y cantidad ofrecidas por el mercado para proporcionar una visión integral que permita identificar las mejores opciones para satisfacer las necesidades de la Administración.

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Elementos clave para realizar un estudio de mercado efectivo

Para realizar un estudio de mercado efectivo en licitación pública es fundamental contar con diversas fuentes de información confiable. El Banco de Precios del Sistema Digital Unificado (SICOP) constituye el primer recurso de consulta, tal como lo indica el artículo 34 de la LGCP. Este sistema muestra el precio promedio calculado con la sumatoria de los precios ofertados en los últimos 6 meses.

Fuentes primarias y complementarias

Cuando la información del SICOP resulta insuficiente o no aplicable al objeto contractual específico, podemos recurrir a otras fuentes confiables, situación que debe quedar documentada en el estudio de mercado correspondiente. El sistema de SICOP permite generar estadísticas para análisis comparativo de precios, considerando atributos como el código de identificación y la cantidad.

Establecimiento de bandas de tolerancia

A partir de los datos recopilados, es necesario establecer bandas de tolerancia sobre máximos y mínimos, para determinar si un precio se considera aceptable para adjudicación. Esto permite identificar precios ruinosos o excesivos antes de tomar decisiones de adjudicación.

Análisis detallado por ítem

Un estudio efectivo examina cada elemento del presupuesto, comparando ítem por ítem las unidades, cantidades y costos respecto al presupuesto referencial. Además, analiza la razonabilidad de las utilidades establecidas por los oferentes según criterio profesional.

Documentación y justificación

Si un precio ofertado supera los precios de referencia, la norma permite a la Administración, mediante acto motivado, justificar la razonabilidad del precio. En caso de que no pueda justificarlo, se declarará infructuoso el concurso.

Asimismo, cuando el precio en licitaciones mayores o menores supere el monto presupuestado, la Administración tiene la obligación de motivar el acto que justifica la razonabilidad del precio. Por tanto, es crucial documentar adecuadamente cada decisión tomada durante el proceso de análisis.

En conclusión, un estudio de mercado efectivo debe ser exhaustivo, comparativo y estar debidamente documentado para garantizar la transparencia y eficiencia en el uso de los fondos públicos.

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Ejemplos prácticos de estudios de precios en 2025

En 2025, los estudios de precios han demostrado ser decisivos en numerosas licitaciones públicas. Analicemos casos reales que ilustran su aplicación práctica en el contexto actual.

La megacompra consolidada de medicamentos 2025-2026 representa un ejemplo sobresaliente. Durante este proceso, se adjudicó el 73.2% de las piezas solicitadas, equivalentes a 3,649 millones de unidades. Esta adquisición representó una inversión de 213,000 millones de pesos, generando un ahorro estimado de más de 30,000 millones comparado con precios unitarios de años anteriores. Adicionalmente, un 24.4% de las piezas (1,218 millones) recibieron ofertas que requieren correcciones documentales o técnicas antes de su adjudicación final.

Otro caso ilustrativo es el Proyecto de Fortalecimiento y Renovación de Equipos Tecnológicos, con un presupuesto base de USD 400,565.90. Para este proyecto, se realizó un análisis exhaustivo del parque informático existente, evaluando la condición de cada equipo y determinando cuáles debían ser reemplazados.

En ambos ejemplos, el cálculo detallado del Presupuesto Base de Licitación (PBL) resultó fundamental. Para contratos de servicios, el órgano de contratación debe desglosar los costes directos (material, herramientas, mano de obra) e indirectos (gastos generales entre 10-20% y beneficio industrial entre 6-10%). Por su parte, en contratos de obras, el PBL se obtiene incrementando el Presupuesto de Ejecución Material con gastos generales (13-17%) y beneficio industrial (6%).

Cabe destacar que muchas licitaciones en 2025 han incorporado fórmulas no proporcionales para valorar el precio. Una práctica observada es asignar puntuaciones que alcanzan su máximo con bajas del 10%, limitando así el incentivo para ofertas extremadamente bajas. Este enfoque busca equilibrar la competencia económica con la viabilidad técnica de las propuestas.

Finalmente, la transparencia ha sido potenciada mediante herramientas digitales como Compranet, donde se publican los dictámenes técnicos para que los proveedores puedan solventar deficiencias en sus ofertas, facilitando así la participación equitativa.

Conclusión

Los estudios de precios representan, sin duda, un pilar fundamental en los procesos de licitación pública. A lo largo de esta guía, hemos analizado su importancia como herramienta que va mucho más allá de un simple requisito administrativo. Ciertamente, constituyen un proceso exhaustivo que garantiza transparencia, eficiencia y uso adecuado de los fondos públicos.

La normativa actual exige, además, que estos estudios se realicen en dos momentos críticos: antes de emitir la decisión inicial y durante el análisis de razonabilidad de precios. Esta doble verificación fortalece todo el proceso de contratación pública, asegurando que las adquisiciones se realicen a precios justos y competitivos.

Resulta evidente que limitarse a obtener cotizaciones de un solo proveedor compromete gravemente la validez del estudio. Por el contrario, un análisis robusto debe nutrirse de diversas fuentes, empezando por el Banco de Precios del SICOP y complementándose con otras referencias cuando sea necesario.

Los ejemplos prácticos de 2025 demuestran, asimismo, cómo estos estudios han contribuido significativamente al ahorro de recursos públicos. La megacompra consolidada de medicamentos, por ejemplo, generó ahorros superiores a 30,000 millones de pesos gracias a un análisis comparativo riguroso.

Podemos concluir que un estudio de mercado efectivo requiere tiempo y dedicación, pero sus beneficios justifican ampliamente el esfuerzo invertido. Al seguir las pautas detalladas en esta guía, las instituciones públicas podrán tomar decisiones informadas, mientras que los proveedores contarán con procesos más transparentes y equitativos.

Finalmente, recordemos que la calidad de estos estudios impacta directamente en la eficacia de los servicios públicos. Un análisis de precios meticuloso no solo cumple con requisitos legales, sino que también optimiza recursos y fomenta la competencia leal entre proveedores, beneficiando así a toda la sociedad.

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